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MIDLAND, Texas (KMID/KPEJ)- Para Jessica Sikazwe, una enfermera oncológica practicante en Odessa, trabajar con pacientes con cáncer la llena de humildad y gratitud. Ella ama a sus pacientes, quienes le recuerdan lo importante que es ser agradecido con las cosas pequeñas de la vida que en ocasiones tomamos por sentadas.
Platicamos con ella sobre lo importante que es la detección temprana del cáncer. Nos contó de un par de casos que ella vivió con distintos pacientes y que ejemplifican la diferencia entre dejar pasar el tiempo o atender los síntomas de una manera temprana.
Nos contó de una mujer local de 35 años a quien llamaremos “Andrea” para proteger su identidad. Andrea se encontró un bulto en el seno. Ella no quiso dejar nada al azar y acudió a su doctor, quien a su vez le ordenó una mamografía. Esa decisión le salvó la vida. Gracias a su pronta reacción, recibió un tratamiento temprano contra cáncer de seno.
Es muy sencillo: El Beneficio de las pruebas de detección es que se puede encontrar el cáncer en sus etapas iniciales cuando es más fácil de tratar.
Muchas personas esperan a ver a sus médicos después de tener los síntomas y esto puede resultar en más complicaciones y más riesgos porque el cáncer está más avanzado. Además, los tratamientos de casos avanzados de cáncer tienden a ser mucho más costosos.
Algunos de los síntomas que podrían deberse a la existencia del cáncer son los siguientes: Si tiene cansancio, si se siente débil, si tiene una fiebre inexplicable, sangrado rectal, pérdida de peso, o nota la aparición de un bulto en el cuello, la axila o el pecho, o una lesión en la piel que comience a crecer son algunos de los síntomas que deben atenderse de inmediato.
Por otro lado, el signo más frecuente de cáncer de endometrios es el sangrado vaginal. Después de la menopausia, no debe presentarse ningún tipo de sangrado y si esto pasa es un síntoma que debe atenderse de inmediato.
Los siguientes son los procesos más comunes de detección de cáncer:
Mamografías: Son radiografías de las glándulas mamarias. Se recomienda para mujeres a partir de los 40 años. El proceso dura unos treinta minutos y puede ser un poco incómodo para el paciente.
Colonoscopía: Recomendada para mujeres y hombres a partir de los 45 años. Se introduce por el recto un tubo fino iluminado con una cámara que realiza un sondeo por el intestino grueso en busca de zonas de crecimiento anormales, y también permite al médico realizar una biopsia. El proceso dura alrededor de 30 minutos y no es doloroso. Se utiliza una anestesia local y el paciente entra y sale del hospital el mismo día.
Papanicolau: en este estudio se buscan cambios en las células del cuello uterino, que pueden causar cáncer, debido en muchos casos al virus del papiloma humano. Se recomienda este estudio cada tres años a partir de los 21 años, o con mayor frecuencia, dependiendo de los resultados obtenidos.
Prueba genética: Es un análisis que rastrea cambios genéticos en el ADN que pueda estar causando el cáncer.
En caso de que la familia del paciente cuente con antecedentes de cáncer, estas pruebas de detección podrían llevarse a cabo antes.
Jessica pide a la comunidad latina que no evite las pruebas de detección por razones de costo, ya que actualmente existen muchos programas de asistencia en la comunidad que pueden ayudar a pagar estos costos.
Jessica nos comenta el triste caso de otra mujer local, a quien llamaremos “Jacinta”. Ella también se descubrió un bulto en la mama, pero decidió no ir al doctor porque tenía un hijo en el High School y pensó que lo primero eran sus hijos. No quiso preocuparlos y que la enfermedad propiciara que no acabara la escuela. Cuando su hijo se graduó del Colegio, Jacinta finalmente fue al doctor. Allí descubrió la mala noticia. El doctor le informó que tenía cáncer en etapa 4. Lo que se originó en la mama se había extendido ya a los pulmones, a los huesos y a otros órganos. Su hijo se graduó, pero perdió a su madre poco tiempo después.
Los estudios indican que los hispanos en las zonas rurales prefieren no saber si tienen cáncer y solo van al doctor cuando ya les quedan pocas esperanzas y poco tiempo de vida.
En Texas, la comunidad hispana tiene una mayor propensión a padecer cáncer de hígado, riñón, estómago y cérvico-uterino.
Texas Oncology ofrece distintos tratamientos para distintos tipos de cáncer, como lo son la radioterapia y quimioterapia. El paciente no tiene que trasladarse a otra ciudad para recibir el tratamiento.
Si usted no habla inglés, pero quiere pedir más informes, puede llamar al 432-335-8275.